miércoles, 6 de mayo de 2015

Bienvenidos al Proyecto "Dirígenos" - Acerca de mí - Daniel Ruiz

Hola amigos, queremos darles la bienvenida al proyecto. En este sitio estaremos publicando recursos y reflexiones desde el punto de vista de jóvenes que quieren servir al Señor y a nuestra generación. Hemos decidido comenzar escribiendo un poco acerca de cada uno de los autores que integramos este pequeño grupo para que puedan conocernos más; al terminar estas primeras publicaciones, todo el contenido será puesto al servicio de ustedes. Lo que nosotros queremos lograr, es que este sea un espacio libre y abierto, para compartir lo que Cristo hace en nosotros y en el mundo.

Hemos decidido que publicaremos por lo menos una vez por semana, cada miércoles. Para arrancar, la historia de Daniel Ruiz:


Nací en una familia "cristiana"; Jesús encontró a mis papás después de que mi hermano mayor nació así que tan pronto como salí del hospital, fui presentado en una iglesia para ser "entregado" al Señor. Si tenemos eso en mente, es obvio que desde niño escuché acerca de Cristo; cada noche en las lecturas familiares, antes de dormir en las historias de los misioneros, cada domingo en la congregación y aún en la escuela.

Cuando cumplí cinco años, entré a la primaria; papá y mamá querían que tuviera una buena educación, pero sobre todo, querían que Dios fuera el centro de mi vida, por eso me llevaron a una "escuela cristiana", el Instituto del Rey. Pasé nueve años en el colegio, seis años de primaria y tres de secundaria; durante este tiempo, cada día antes de las clases, teníamos un pequeño mensaje de la Biblia; también cada miércoles teníamos un servicio parecido a los de las iglesias, con música, oración y Biblia. Toda mi vida había estado encerrado en una "burbuja "de valores, costumbres, tradiciones y creencias cristianas.

Después, vino el tiempo de estudiar la preparatoria y mis papás querían que lo hiciera en el bachillerato internacional en el CIDEB, pero semanas antes de la inscripción, cambié de opinión, o mejor dicho, decidí por mi mismo. En vez de hacer lo que otros querían, escogí un bachillerato técnico en la Escuela y Preparatoria Técnica Médica. Dios fue misericordioso y no solamente me dejó entrar, sino que estuve en el programa bilingüe progresivo.

Si consideramos cómo había sido mi vida hasta ahí, todo lo que hice era lógico; nunca había tenido tanta libertad, nunca había podido hacer y deshacer a gusto, pero ahora sí. Faltaba a clases, era "mala onda" y grosero con mis maestros y todo el que anduviera por ahí, mi relación con mis padres se volvió muy agresiva y lo único que me importaba era yo mismo, pasársela bien, costara lo que costara.

No pasó mucho tiempo hasta que todo iba mal... tenía novia sin que mis papás me dejaran, mis calificaciones más altas eran de "pase" por lástima de los profes, mi relación con mis padres estaba deshecha y sólo peleábamos, odiaba estar en mi casa, evitaba pasar tiempo con mi familia y me di cuenta que aún a pesar de que siempre había mucha gente conmigo, me sentía completamente solo y abandonado.

Fue en julio del 2009 cuando no pude más, estaba solo, fuera de mi casa, sin poder estar con todas las personas que eran importantes para mí y aunque estaba con mi familia, era como si ellos no estuvieran. Me sentía roto y vacío y esa noche llorando desesperadamente, le dije a Dios: "Dios, si existes, ayúdame", "Ya intenté yo hacerla solo y mira que asco de vida, ayúdame".

Así fue como dejé de hacer las cosas a mi manera y me rendí al Señor... no sentí calorcito mágico, no escuché música celestial, no me sentí ni siquiera un poco mejor, pero a partir de esa noche, el Espíritu Santo puso en mí un deseo muy grande de buscar a Jesús en la Biblia.

Comencé a leer el Evangelio según Mateo... no podía creer lo que estaba leyendo, todo era tan nuevo, tan refrescante, tan maravilloso... lloraba, reía, me emocionaba como si no conociera la historia; y es que, en realidad, no la conocía. Antes de terminar las vacaciones de verano había leído todo el Nuevo Testamento excepto Apocalipsis, y antes de los seis meses, había leído la Biblia completa. Después de bautizarme, sentía como si tuviera un fuego en mí y le habían echado más leña a la lumbre.

Tan pronto como conocí a Jesús en verdad y me ayudó seguirle, me llevó a trabajar para Él. Comencé con un amigo de la prepa un grupo de oración que creció durante un año. Después de esto, unos diez adolescentes de mi congregación decidieron bautizarse y sus papás propusieron una reunión especial para ellos; me pidieron que participara y así continúe sirviendo.

Actualmente tengo un grupo de estudio Bíblico de Compa en la Facultad de Filosofía y Letras y honestamente, trabajar con los "Compas" ha sido una de las mejores cosas en mi vida. He tenido la oportunidad de participar en eventos mensuales acá en Monterrey, algunos campamentos y también de visitar otros grupos de estudio; el ministerio estudiantil ha cambiado mi vida.

En mi congregación también sirvo; soy el encargado del grupo de estudio para jóvenes y adolescentes y también toco la batería en el grupo; a parte, estudio una licenciatura en la Autónoma del estado, trabajo de "profe" y hago mi servicio social.

Sin duda alguna, todo lo que soy y todo lo que tengo se lo debo a Cristo, que tomó mi vida aunque era basura y la convirtió en una vida dedicada a su servicio. 

Dios te bendiga, te mando un abrazo y, ¡siempre adelante compañero!

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