miércoles, 29 de junio de 2016

3 poemas por mi Oaxaca, mi país, mi gente.

¿Quién puede?


Ojalá la lluvia pudiera
Mojar y arrastrar nuestra indiferencia

Ojalá el calor del sol pudiera
Secar y marchitar nuestra mentira

Ojalá el viento pudiera
Soplar y llevarse nuestras excusas

Ojalá un huracán pudiera
Despedazar y destruir nuestra maldad

Pero no, no pueden.

Un corazón nuevo puede
Enfrentar con valor la indiferencia

Una mente nueva puede
Sacar a la luz la mentira

Unas manos renovadas pueden
Cargar y echar fuera las excusas

Jesús en ti y en mí puede
Destrozar y deshacer nuestra maldad.

Él sí, sí puede.


Prohibido el paso, sólo personal autorizado


Te miramos a través del cristal
Del cristal de la televisión

Te escuchamos a través del rumor
Del rumor de la radio

Te leemos a través de la tinta
De la tinta en el periódico

Pero, ¿quién te conoce, madre patria?

Te conoce mi hermanita,
Que no puede pagar sus libros

Te conoce mi mamita,
Que no le alcanza el dinero en el mercado

Te conoce mi abuelito,
Que con su pensión, no puede vivir.

¿Ves, acaso, tu situación, tierra nuestra?

¿Hasta cuándo soportarás
a los que te lastiman?

¿Hasta dónde permitirás 
que te exploten?

¿Hasta qué punto
aguantarás la muerte de tu pueblo?

¡Alza la cabeza! Tu gente despierta.




Ven, ardamos juntos


Ayer vi la esperanza asomarse

Yendo en el autobús hacia la escuela;

Olía a comida de la calle, sabrosa,

Tenía un parecido a la abeja, que

Zumbando, parece desaparecer en su vaivén;

Inocente trabajadora que busca néctar.

No sonaba mal, ni molestaba a nadie,

Al contrario, era como una cumbia

Para el pueblo, no para los pretenciosos;

Aunque muchos de esos disfruten en secreto,

Viendo, oyendo, saboreando, y hasta sintiendo

Intensamente, la agridulce realidad popular.

Van de un lado al otro fingiendo.

Este es un secreto a voces: ¡Hay esperanza!